lunes, 27 de julio de 2009

Sentada mirando nada


La dulce habitación dorada
Brilla sin pretender nada
Brilla hasta llegar al cielo
Y llueve lentamente sobre tu pelo
Te rodean muebles sin sentido que me hacen retroceder
Te lastiman profundamente, hasta poder morder la miel
El suave sabor, que tu herida piel desprende,
No saben, esas crueles maderas, que tus manos son cordeles
Que siempre se atarán al beso
De las tardes desaforadas
En donde nada valía tanto
Cuando muy poco era demasiado
Cuando encendías furiosos tus labios.
Pero hoy estás callada, tan lejana, acostada
Tienes miedo del vacío
Tienes hambre de caminos
Que solías emprender, abandonando tus nidos
Y aunque no logran cortarte del todo
Esos odiosos muebles dorados
Te bañan de un brillo roto
Me ciegan, no logro ver tus ojos.
Solo escucho como mueves tus manos
Confundidas preguntan ¿Hacia adónde vamos?
¿Cuál es la razón por la que dejaste a un lado
Las melodías sin horario, las libres sensaciones
De los cuadros que jamás pedían algo a cambio?
Pero tus manos de a poco caerán
Pues el brillo insensato logrará cortarlas
Como a cuerdas desgastadas
El fuego las deshará más rápido
No pretendas encerrarlas,
Ellas siempre fueron libres,
Ellas siempre te guiaron
Y hoy más que siempre
Tus manos te guiarán,
Y tal vez puedas apartar los muebles
Que de a poco cerraron tus salidas
Dentro de esa maldita habitación dorada
Que de a poco te volvió una pieza de oro,
De a poco te ensució hasta encerrarte en su brillo
Hasta reflejar su horrible resplandor en tus ojos,
Hasta nublarte completamente,
Hasta callar a tus manos y bañarte en sus sucias joyas,
Hasta que finalmente,
No ves absolutamente nada.

Emanuel G., Instituto Rosario Vera Peñaloza

jueves, 16 de julio de 2009

CONFUSA LUZ SIN FIN

CONFUSA LUZ SIN FIN


Desde el inmenso ardor del tiempo,

desde la inùtil resistencia del viento

decido simplemente caer, y para siempre.

Decido solamente arder haste que me encuentres.

Y si es posible mentir, y hacer que cierres los ojos

únicamente te voy a ver, hasta que desaparezca tu enojo.

Cuando camines sin mirarme, sobre partes de estas ruinas

que siempre fueron frìas, rotas, negras y sin vida

vas a reír casi con furia, al no saber a quien seguir,

y como siempre seré yo, quien escuche tu voz

acercándose de a poco, desnudándose en mi piel

repitiendo para siempre, dulces notas de placer.

Pero nunca lograremos, viajar sobre estrellas hasta el fin

si el mundo nos despierta, y nos obliga sin dudar

a encontrarnos frente a frente, con espejos azulados

que se esfuerzan soltando gastados reflejos

pero nunca te darán ríos que fluyan entre tu pecho,

y que si se avecina el desastre,

te traigan a mi lecho.

Cuando lo sientas necesario

cuando te asuste algún extraño

cuando sufras por otras manos

tal vez puedas entender

por qué prefiero caer,

sumergirme solo en mis recuerdos,

ser tan hondo como el cielo sin estrellas

que es buscado por un fiel halo de verdad,

porque a veces tanta luz nos ciega

y ciertas oscuridades nos condenan

nos gritan

y nos pegan.

Cuando sean más que un sueño,

esas dulces cosas que añoramos

el misterio tal vez nos deje de lado

y podamos ver todo más claro

para así finalmente sumergirnos,

solos,

dos luces,

perdidas en un inmenso faro

que jamás tendrá fin.


Emanuel G., Instituto Rosario Vera Peñaloza

lunes, 29 de junio de 2009

Vagante, Detenido y en Silencio.


Tú me tomas como cuenta regresiva,
Me haces recordar viejos momentos, escondidos y vagantes en el fondo de la mente,
Que a pesar de todo ya no tienen escapatoria.
Tú me tomas como estrella fugaz,
Andante y sin rumbo en un espacio lleno de nada,
Vacío y tan lleno a la vez,
Lleno de secretos y misterios.
Me dices calla, ¿pero cómo quieres que calle,
Si en el espacio hay silencio
Me dices vete, ¿pero cómo quieres que me vaya,
Si este fuego rodea en mi cuerpo celeste, esa pasión?
Tú me tomas como un puente,
Pasas por encima de mí cuantas veces quieres,
No te das cuenta de que estoy allí,
Tirado, vagando, detenido en el tiempo, en silencio…

Paul Guillermo Barrientos, Instituto Rosario Vera Peñaloza

Poema II

Estás ahí, parado, con una espera desesperada,
has mirado el reloj mas de veinte veces,
Estás ahí, mirando esas figuras hiperactivas pasar frente a ti
y pasan sin darse cuenta que estas ahí... ni te miran,
Estás ahí, observas la hora y te impacientas,
todas esas figuras te chocan al pasar y te enojas
les gritas, les dices que se fijen por dónde caminan
y ellos ni vuelta se dan... hacen oídos sordos,
Estás ahí, y parece que nadie se da cuenta,
te cansas de esperar , te das vuelta y te vas.
En el camino la ves y corres tras ella,
tratas de alcanzarla y no puedes,
te agitas, paras y te resignas...
La ves en una cuadra delante tuyo, te das cuenta que un hombre
la saluda, la abraza y la besa...
no entendés nada, corrés, pero aunque corrés y corrés y corrés
no los alcanzás y te preguntás:
¿por qué?
y ahí aparece un hombre con ropa zaparrastroza y te dice:
¿qué?¿ no te has dado cuenta aun?,
fijate que las personas pasan frente a ti, te chocan, te ignoran
¿y sabes por qué? porque ni te sienten..
Hacías lo mismo en el mundo de los vivos
sólo ignorabas, pisabas a las personas con tu egoismo
y tu vil ambición, en donde sólo te importaba tu felicidad
y no la felicidad de los que te rodeaban;
con tu estúpido ingenio has perdido a tu mujer y ni te has dado cuenta
bueno... bienvenido al mundo de los muertos vivos
en donde te toca pasar todo lo malo que has hecho en ese mundo
y ahora ponte a pensar si siendo como fuiste has sido feliz...

Sofía B., Instituto Rosario Vera Peñaloza

Yesterday - Ayer


Ayer fue el día que dejé de sentir,
Comencé a olvidar lo bueno y recordar lo malo.
Ayer fue el día en que la gente desapareció,
Y comencé a caminar para caer en el abismo.
Realmente no quería caer, pero tampoco quería caminar
Sólo quería terminar lo que había empezado.
Quería no existir y evadir lo que sentía,
Quería huir, pero sin correr,
Quería llorar, pero sin lagrimas,
Solamente te quería a mi lado.
En el final de esta agonía te susurro
Tratando de sentirte,
Pero estás tan lejos que ni pensarte puedo.
Nunca te amé, quiero que lo sepas,
pero fuiste una gran memoria
que nunca borraré aunque quisiera.
El piso manchado de sangre está.
La espada en el suelo frío duerme.
La esperanza perdida desea encontrar
a alguien que la ayude a escapar
y encontrar su propio lugar.
Que mis heridas no te digan nada,
la sangre no significa que siento dolor,
al contrario, ahora es todo mas claro;
Veo la luz de la tranquilidad, de la esperanza y del amor
Sólo quiero un poco de su calor,
Quiero la protección que nunca sentí,
quiero dejar todo atrás y escapar de esta cruel realidad.
Esos cuentos de hadas, propias salidas cercanas
siempre fueron mentiras, siempre estaban clausuradas.
Pero es evidente que Dios me concedió un destino oscuro.
Lo que vivo no es la felicidad, es todo muy absurdo.
La muerte, la muerte toco mi puerta y con ella voy.
Viviendo lo que es, me imagino que seré,
Qué pasara de mi cuerpo cuando no lo utilice más.
Qué pasara de mí cuando te quiera olvidar.

Macarena S., Instituto Rosario Vera Peñaloza

Vivo, Hoy.


Nunca pensé que podría encontrar a alguien especial,
Aquella que podría sacarme de la obscuridad
Y así poder encontrar,
El amor verdadero que siento hoy por ti,
Nunca pensé que las mariposas solo viven para hoy morir.
Vivo para verme hoy sufrir,
Vivo para verme hoy sin ti,
Vivo para verme hoy morir,
Como aquella mariposa que nació para sufrir.
Espero miles de minutos hoy, para hablar contigo, mi amor.
Espero miles de señales hoy, señales que provengan de humo,
Señales que nos dan a saber que ni las distancias,
Podrán hoy cortar el amor, verdadero, que siento hoy por ti.
Vivo para verme hoy morir,
Como aquella mariposa que nació para sufrir.
Que nació para sufrir,
Que nací para sufrir,
Que nació para morir,
Que nací para morir…
Paul Guillermo Barrientos, Instituto Rosario Vera Peñaloza

Poema I


He de levantarme a cada mañana
con tu penetrable y exagerada sonrisa,
cada mañana es una absurda rutina
cuantas miradas he tornado vanas
y sin sentido,
iguales a los atardeceres de cada año.
Amaneceres que fueron nicho de tu imagen
noches en que siempre me aguardas
sin protesta alguna.
Si te marchas...
¿En qué esquina silenciosa y obscura
esconderé mi destrozada alma
para que no halle tu ausencia
que, como un dia soleado, sin ocaso
brilla definitiva y despiadada?
Si te marchas...
tu ausencia me rodeará y
con el tiempo me dejará morir en un silencioso dolor.


Sofía B., Instituto Rosario Vera Peñaloza

viernes, 26 de junio de 2009


La niña enamorada


Mis sentimientos son tus sueños


No vivo sin tus besos y sin tus pensamientos


Sueño con tus sueños y no puedo


Despegarme de ti ni despierto.



Mi vida solo existe por ti


Mi guía eres tu y tus días


El pensamiento y mis sentimientos


Solo son para ti.



Cuando te veo pasar mi mirada


Parece soleada por que tienes


Un brillo que cuando lo ves


Te deja enamorada


(Lucia)



Largos días



Los días son eternos cuando


Ella no esta cerca


Pues las noche desoladas


Son frías y solitarias.



Me gustaría volver a verte


Y contarte lo que siento


Pero se que estas muy lejos


Para contarte mi sufrimiento

(Maria)

Trabajos de alumnos de E.S.B 11 de Vicente Lopez