jueves, 16 de julio de 2009

CONFUSA LUZ SIN FIN

CONFUSA LUZ SIN FIN


Desde el inmenso ardor del tiempo,

desde la inùtil resistencia del viento

decido simplemente caer, y para siempre.

Decido solamente arder haste que me encuentres.

Y si es posible mentir, y hacer que cierres los ojos

únicamente te voy a ver, hasta que desaparezca tu enojo.

Cuando camines sin mirarme, sobre partes de estas ruinas

que siempre fueron frìas, rotas, negras y sin vida

vas a reír casi con furia, al no saber a quien seguir,

y como siempre seré yo, quien escuche tu voz

acercándose de a poco, desnudándose en mi piel

repitiendo para siempre, dulces notas de placer.

Pero nunca lograremos, viajar sobre estrellas hasta el fin

si el mundo nos despierta, y nos obliga sin dudar

a encontrarnos frente a frente, con espejos azulados

que se esfuerzan soltando gastados reflejos

pero nunca te darán ríos que fluyan entre tu pecho,

y que si se avecina el desastre,

te traigan a mi lecho.

Cuando lo sientas necesario

cuando te asuste algún extraño

cuando sufras por otras manos

tal vez puedas entender

por qué prefiero caer,

sumergirme solo en mis recuerdos,

ser tan hondo como el cielo sin estrellas

que es buscado por un fiel halo de verdad,

porque a veces tanta luz nos ciega

y ciertas oscuridades nos condenan

nos gritan

y nos pegan.

Cuando sean más que un sueño,

esas dulces cosas que añoramos

el misterio tal vez nos deje de lado

y podamos ver todo más claro

para así finalmente sumergirnos,

solos,

dos luces,

perdidas en un inmenso faro

que jamás tendrá fin.


Emanuel G., Instituto Rosario Vera Peñaloza

No hay comentarios:

Publicar un comentario